7º, 8º y 9º Capítulos

7º Capítulo: Kate miró a Ted, Ted miro a Kate.  
Kate miró a Ted, Ted miró a Kate. Se echaron a reír. Ted miró el reloj, -¿Se te ha hecho tarde?-Sí, un poco bueno me voy adiós, te quiero, no lo olvides- Adiós-.  Al instante de salir Ted, Cristin que esperaba a la puerta abrió con mucho cuidado, para que no se notara su presencia. Kate la dijo: –He pensado lo del concierto- ¿y qué ?- ¿Tenías tres entradas no?-Si, ¿por?- Por si podría venir... Ted-jajaja, si mujer- ¿No te importa?- Cristin negó con la cabeza. Cristin, sonrió, la dio un beso en la frente y se fue. Kate estuvo pensando la propuesta de Ted. Llamaron a la puerta era el cartero. Kate le abrió y dejó la carta sobre la mesa, hoy no tenía ganas de leer, quería pensar sobre la propuesta de Ted. Llamaron otra vez, Kate esta vez más enfadada le abrió pensando “Por qué la gente elige sin querer estos momentos”. Era Roller- Kate, la cena esta lista- No tengo hambre- Te vendría bien comer un poco- He dicho que no- Ya empezamos otra vez- Kate no respondió- Bueno, vale. Pero luego no vengas diciendo cosas raras ¿entendido?- Sí señor- Roller se fue. Kate necesitaba tomar el aire, salió del camerino. Anduvo durante unos minutos hasta llegar a la carretera. Hacía siglos que esta carretera estaba en mantenimiento, ni iba ni llegaba a ninguna parte. No sabía qué hacer ni que decir. Tal vez debía de decir que si a Ted, o tal vez no. Necesitaba consejo y no sabía a quién llamar. Sonó el sonido de un móvil, miro hacia el suelo, era su móvil “increíble” pensó “sigue vivo”. Lo cogió lo limpio como pudo y fue corriendo a su camerino, allí lo limpio más a fondo. Seguía bien. Mantenía los contactos, las canciones, los mensajes, etc. “Llamaré a Cristin ya verás que risa” y así hizo.   -Sí, dígame- dice Cristin un poco triste- Hola, buenas noches soy de telefónica y llamaba…- No me interesa nada ¿entendido?- Bueno chica, no sabía que les tuvieras tanta manía- ¡Kate!- Correcto, un millón de euros para la señorita- Ja, ja, ja…- ¿qué te pasa niña?- Tengo un problemón. Mi padre. -¿Qué ocurre Cristin?- dice Kate muy asustada- Ha vuelto Kate, me ha llamado y dice que se va a quedar ¿sabes lo que es eso?- dice Cristin llorando- Si… - No, no lo sabes Kate…- Ya, si quieres puedes no sé… vivir con migo en mi camerino…- No, de momento no Kate, mi madre necesita mi ayuda y más ahora con mi padre en casa, pero de todas formas si necesito que alguien se vaya de casa… - ¿eing?- Si, mi madre puede estar contigo un tiempecito, uno pequeñitito- Bueno… pero dila que traiga un saco de dormir o algo donde dormir porque en mi camerino solo hay una cama y un sofá…- Ok, se lo diré. Gracias mi niña- De nada- Por cierto… ¿qué tal con Ted?- Déjalo es demasiado largo para contralo aquí y ahora- Además ¿tú no perdiste el móvil?- Si, bueno, esto también tiene su historia. Ala, adiós bebé. Se te quiere no lo olvides- Adiós, besos-  Kate colgó. Pensó en Cristin, pobre. –No se merece ni la mitad de lo que la hacen- bueno. La rugieron las tripas, se levanto de su sillón favorito, cogió el picaporte de la puerta  y la abrió. Se dirigió a donde últimamente habían desayunado, comido y cenado.  Entro en la lona, todos la recibieron muy bien, Gladis la indicó el lugar donde sentarse. Comió una sopa calentita recién hecha, luego comió unos filetes de carne de vacuno  junto a un trozo de pan recién hecho y el postre, que ; aunque pequeño y simple, a Kate le encanto, un vaso de leche calentita y muchas galletas de chocolate. Justo en la galleta número cinco, entro por la lona un  chico alto, altísimo, con cara sucia, dientes descolocados, ojos marrones muy oscuros, y unas manos visiblemente negras por trabajar bastante tiempo. A Kate la asusto verle entrar sin ni siquiera decir nada, pero la asombro más la reacción de Roller. -¿Qué coño haces aquí?- Lo siento, pero no sé donde ir- Te lo dije, nunca me haces caso…- Entonces Gladis hablo por primara vez para Kate- Callaos, tu no tener derecho para decir eso Roller, y tu gigante debes ir a tu cuarto- Kate se asombro al oír hablar a Gladis, de aquella forma tan particular,era una mezcla entre el español, argentino y francés. Kate se levanto y sin pronunciar palabra se fue a su camerino, se metió en la cama; se durmió pensando en lo ocurrido, fue todo tan extraño. 

8º Capítulo: Pues vete, se su puta particular y cuando te deje no vuelvas.

Pasados tres o cuatro meses, un día, al despertarse; Kate se miro al espejo, se miro varias veces no se reconocía. Se echo kilos y kilos de maquillaje para un nuevo número de la chica mariposa, esta vez Roller incluía algo nuevo que; según él, nadie lo habría hecho antes. La verdad es que a Kate ya no la importaba tanto su número por que ya había pensado muy y mucho la propuesta de Ted de ser modelo, la verdad es que Cristin, que ahora la veía casi todos los días y el propio Ted; la habían ayudado a elegir, y además el reencuentro de Gladis y Roller con el gigante había supuesto un segundo plano para su número; ya que le dieron un número nuevo com el que un día le dieron a ella, así que Kate tenía muy claro lo que iba a ser los próximos años: modelo.
-Tienes un mensaje de Ted Love- Kate se giró rápidamente hacia donde tenía el móvil, lo cogió miro la pequeña pantalla con algún rasguño por caídas de mesas, sillas o lugares parecidos. Pulso el botón para leer el mensaje de Ted en el ponía que ya tenía pensado un modelito para ella y donde hacer el paseo, sería en un teatro de un pueblo no muy grande, sería una oportunidad para que algún diseñador la diera sus modelos para que ella los expusiera. Mientras leía un mensaje llamaron a la puerta, era Roller.- ¿Qué?- ¿Qué de qué?- No vas ha practicar tu número ¿o esperas que lo haga otro por ti?- Déjame en paz, no eres mi padre-¡No! No lo soy, pero te recuerdo que soy tu tutor legal a sí que estas tardando, ponte cualquier cosa y a entrenar- No eres nadie en mi vida…- ¡Tu jefe! Soy tu jefe- ¿A si?, ¿pues sabes que te digo? Paso, ¿te lo deletreo? P-A-S-O, y si quieres te lo canto- y Kate empezó a improvisar una cancioncilla con la palabra “paso” que Roller la cortó a la mitad reprochándola algo que la dolió mucho- Pues vete, vete con tu Ted, se su puta particular y cuando te deje porque no valgas nada, no sirvas para nada, y tenga otra mejor que tú, no vuelvas porque no vas a tener la misma suerte que el gigantón. Y ahora ¿me entiendes tú?- Kate bajo la mirada hacia el suelo, se toco un brazo con una mezcla de miedo, impotencia y tristeza, nadie la había hablado en ese tono ni llamándola puta, y es que además Roller puso toda la fuerza en esta palabra para que, incluso un sordo; ollera lo que él creía que era para Ted “una simple puta”. Roller de la quedó mirando, luego pasados tres o cuatro segundos se fue como si hubiera ganado una batalla, pero sabía que no la guerra. Kate nunca había perdido una batalla con Roller y esta no iba a ser distinta – ¡Dimito!- ¿Cómo?- Sí, voy a ser modelo, y a lo mejor, como tú dices; voy a ser una puta pero tranquilo no seré como el gigantón ese, no volveré y aunque me este muriendo, no pisaré nunca más un suelo donde este circo del demonio haya estado- Kate se sintió aliviada, pensó que le había quedado sin palabras. Pero no fue así. –Vete- Kate se quedó con cara de preguntarse qué había dicho- ¡Vete! No te quiero aquí, no vuelvas. Y por tú número, hay muchas putas que lo pueden hacer como e incluso mejor que tú- Kate se quedo asombrada, pero al segundo cogió todo lo que pudo meter en una maleta y se fue, cuando estaba haciendo autoestop cuando vio un coche, la parecía familiar, pero paso de largo. Miro hacía donde tres minutos había sido su casa, vio a Gladis corriendo hacia ella, Kate dejo la mochila en el suelo y echo a correr hacia Gladis derramando las primeras lágrimas. Gladis la abrazó, como si fuera una hija; la secó una lágrima y la dijo con su raro acento –No te voy a pedir que vuelvas porque va a ser imposible, perro sí que por favor acaba bien con Rolly- dijo Gladis con su acento tan particular. Kate miró a Gladis cogió sus cosas y se giró lo que alegró a Gladis, la ayudo a coger las cosas y se dirigieron hacia donde Roller hacía el papeleo.
9º Capítulo: "Las mariposas no lloran,pequeña"
Kate llamó a la puerta de el camerino donde estaba Roller. "Toc, toc, toc" dijo la puerta, entonces Kate entreabrió la puerta y metió su cara blanca por esta rendija. -Gladis, la quiero, se que a lo mejor no va a volver, pero no se merece esto; se merece algo mejor- Roller, lo siento- ¿Qué?- Si, lo siento ¿Vale?- Jajajajajaja, ¿qué te ha dado Gladis para que digas eso mariposa orgullosa?, porque yo la llevo pidiendo algo que me de un subidón y no hay manera...- Amor, Roller- Dijo Gladis abriendo de par en par la puerta. Roller se levantó, se le escapo un suspiro,complice de aquellos besos rebeldes y escurridizos difíciles de asimilar en el momento en el que te los dan. Kate, haciendo amago de mucho amor propio miro pensativa al suelo, entonces Gladis la empujó contra Roller, a lo que este respondió con un abrazo. 
Una lágrima calló por el pómulo de Kate, dando a entender que esa escena la había causado tristeza o alegría. Roller la dijo al oído: "Las mariposas no lloran pequeña". Entonces Kate lo abrazo con más fuerza aún. -Roller, aún así, quiero ser...-Modelo-dijo Roller sin dejarla acabar la frase. Kate asintió con la cabeza y se giró. Rozo el picaporte con su mano fría y Gladis la cogió de la otra. -Toma, así no tendras frío- Y la extendió la mano con un par de guantes rosas de punto con un pom-pom decoradores de la cinta que iría colocada en  la muñeca pequeña y fina de Katelin. 
Kate la dio las gracias con un beso, se despidió rápidamente porque no quería ponerse a llorar. Y Salió corriendo del camerino. 
Emprendiendo una nueva etapa de su vida.